Los tentáculos de los pulpos tienen su propio "cerebro". Estamos aprendiendo ahora las implicaciones
Los pulpos son animales invertebrados, pero la ausencia de un sistema nervioso central como el de aves o mamíferos no hace a sus cerebros menos interesantes que el resto. Cerebros, recalcando el plural ya que los sistemas neuronales de cada una de sus extremidades cuentan con un grado de independencia, lo que lleva a muchos a considerarlos como tales. Un sistema nervioso nada central. Ahora, un grupo de investigadores ha estudiado los sistemas nerviosos de estos cefalópodos para comprender mejor cómo estos nueve órganos neuronales operan en conjunto y en qué medida mantienen su independencia. Lo que observaron, es que cada uno de estos cerebros tenía la capacidad de operar de forma individual. El equipo responsable del nuevo estudio cree que es gracias a la singular segmentación del sistema nervioso de los pulpos que estos animales logran el nivel de destreza en el manejo de unos órganos extremadamente flexibles que sirven a estos animales para desplazarse, alimentarse, sentir su entorno, e incluso copular. “Si vas a tener un sistema nervioso que vaya a controlar un movimiento tan dinámico, esa es una buena forma de organizarlo”, explicaba en una nota de prensa Clifton Ragsdale, coautor del estudio. “Creemos que es una característica que evolucionó específicamente en los cefalópodos de cuerpo blando con ventosas para llevar a cabo estos movimientos propios de los gusanos”. En Xataka Los biólogos ya han encontrado al animal que se adueñará del mundo cuando desaparezcamos: el pulpo, evidentemente Estudiando la segmentación. El nuevo estudio puso el foco en la segmentación de este curioso sistema neuronal, analizando la distribución y función de las neuronas de estos tentáculos, tomando como referencia un pulpo de la especie Octopus bimaculatus. Neuronas que en conjunto suman un mayor número que el de neuronas ubicadas en el “cerebro central” del animal, el encargado de coordinar las acciones que requieren el uso de diversos brazos. Estas neuronas de las extremidades se concentran, explica el equipo, en una cuerda axial nerviosa (ANC), que “serpentea” el tentáculo conectado a cada una de las ventosas del animal. Columnas neuronales. El análisis de la ANC mostró que las neuronas en las extremidades del pulpo se agrupaban en “columnas” que a su vez formaban segmentos que el equipo comparaba con tuberías corrugadas. Los segmentos venían a su vez separados por unos huecos denominados “septa” a partir de los cuales se abren paso nervios y vasos sanguíneos en dirección a los músculos de la extremidad. “Desde la perspectiva de modelado, la mejor mejor manera de organizar un sistema de control para este braco tan largo y flexible sería dividirlo en segmentos”, añadía Cassady Olson, coautora del estudio. “Debe haber algún tipo de comunicación entre los segmentos, lo que puedes imaginar atenúa sus movimientos”. Los detalles del trabajo pueden consultarse en un artículo publicado en la revista Nature Communications. Mucho por investigar. Los tentáculos de los pulpos son extremidades muy versátiles que permiten a este animal navegar por el fondo marino, pero también, a través de sus ventosas, permiten a estos octópodos percibir el mundo a su alrededor, cazar y alimentarse de sus presas. Conocer los detalles del funcionamiento de extremidades tan complejas requerirá aún nuevas investigaciones. En Xataka | Los pulpos no son extraterrestres, y los científicos han tenido que salir a explicar por qué Imagen | Theasereje, CC BY-SA 4.0 - La noticia Los tentáculos de los pulpos tienen su propio "cerebro". Estamos aprendiendo ahora las implicaciones fue publicada originalmente en Xataka por Pablo Martínez-Juarez .
Los pulpos son animales invertebrados, pero la ausencia de un sistema nervioso central como el de aves o mamíferos no hace a sus cerebros menos interesantes que el resto. Cerebros, recalcando el plural ya que los sistemas neuronales de cada una de sus extremidades cuentan con un grado de independencia, lo que lleva a muchos a considerarlos como tales.
Un sistema nervioso nada central. Ahora, un grupo de investigadores ha estudiado los sistemas nerviosos de estos cefalópodos para comprender mejor cómo estos nueve órganos neuronales operan en conjunto y en qué medida mantienen su independencia. Lo que observaron, es que cada uno de estos cerebros tenía la capacidad de operar de forma individual.
El equipo responsable del nuevo estudio cree que es gracias a la singular segmentación del sistema nervioso de los pulpos que estos animales logran el nivel de destreza en el manejo de unos órganos extremadamente flexibles que sirven a estos animales para desplazarse, alimentarse, sentir su entorno, e incluso copular.
“Si vas a tener un sistema nervioso que vaya a controlar un movimiento tan dinámico, esa es una buena forma de organizarlo”, explicaba en una nota de prensa Clifton Ragsdale, coautor del estudio. “Creemos que es una característica que evolucionó específicamente en los cefalópodos de cuerpo blando con ventosas para llevar a cabo estos movimientos propios de los gusanos”.
Estudiando la segmentación. El nuevo estudio puso el foco en la segmentación de este curioso sistema neuronal, analizando la distribución y función de las neuronas de estos tentáculos, tomando como referencia un pulpo de la especie Octopus bimaculatus. Neuronas que en conjunto suman un mayor número que el de neuronas ubicadas en el “cerebro central” del animal, el encargado de coordinar las acciones que requieren el uso de diversos brazos.
Estas neuronas de las extremidades se concentran, explica el equipo, en una cuerda axial nerviosa (ANC), que “serpentea” el tentáculo conectado a cada una de las ventosas del animal.
Columnas neuronales. El análisis de la ANC mostró que las neuronas en las extremidades del pulpo se agrupaban en “columnas” que a su vez formaban segmentos que el equipo comparaba con tuberías corrugadas. Los segmentos venían a su vez separados por unos huecos denominados “septa” a partir de los cuales se abren paso nervios y vasos sanguíneos en dirección a los músculos de la extremidad.
“Desde la perspectiva de modelado, la mejor mejor manera de organizar un sistema de control para este braco tan largo y flexible sería dividirlo en segmentos”, añadía Cassady Olson, coautora del estudio. “Debe haber algún tipo de comunicación entre los segmentos, lo que puedes imaginar atenúa sus movimientos”.
Los detalles del trabajo pueden consultarse en un artículo publicado en la revista Nature Communications.
Mucho por investigar. Los tentáculos de los pulpos son extremidades muy versátiles que permiten a este animal navegar por el fondo marino, pero también, a través de sus ventosas, permiten a estos octópodos percibir el mundo a su alrededor, cazar y alimentarse de sus presas. Conocer los detalles del funcionamiento de extremidades tan complejas requerirá aún nuevas investigaciones.
En Xataka | Los pulpos no son extraterrestres, y los científicos han tenido que salir a explicar por qué
Imagen | Theasereje, CC BY-SA 4.0
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