Taiwán ha tomado una decisión crucial tras levantarse con otro cable submarino cortado: contratar al ejército de EEUU
La primera semana de 2025 comenzó con un nuevo cable submarino cortado. El problema era dónde y el sospechoso: en Taiwán y China. Ocurre que, desde hace unas horas, aquello ha pasado de anécdota a algo más gordo. La isla ha amanecido con un nuevo cable cortado en una zona cercana a los “vecinos”. Por lo que pueda pasar, Taiwán ha decidido tomar una decisión: llamar a Estados Unidos. Los cables rotos. En realidad, Taiwán ha registrado en estos momentos su cuarta interrupción de cables submarinos en lo que va del año, superando los tres incidentes ocurridos en todo 2024. La reciente desconexión, ocurrida hace unas horas, afectó el único enlace restante con las islas Matsu, apenas una semana después de que el otro cable que conectaba la isla fuera dañado. El Ministerio de Asuntos Digitales de Taiwán, por ahora, atribuye la mayoría de los fallos al deterioro natural, aunque ha identificado un aumento en los incidentes provocados por barcos pesqueros, lo que evidencia una creciente vulnerabilidad en las infraestructuras críticas de telecomunicaciones. En Xataka Las investigaciones sobre los cables submarinos cortados en el Báltico han dado un giro: no fue Rusia, fue la inexperiencia Cables críticos en una isla. Más del 99% de las comunicaciones externas de Taiwán dependen de estos cables submarinos, lo que subraya su papel fundamental en la estabilidad económica y la seguridad nacional. Qué duda cabe, la reciente serie de interrupciones ha generado preocupación en un contexto de tensiones con China, la misma nación que considera a Taiwán parte de su territorio y que ha intensificado su presencia marítima en la región. De hecho y como hemos venido contando, en los últimos meses China ha llevado a cabo su mayor despliegue naval en décadas frente al vecino, una "exhibición" que ha incrementado las inquietudes sobre posibles bloqueos o ataques dirigidos a las comunicaciones de la isla. Estrategias de respuestas. Para contrarrestar estos desafíos, el gobierno de Taiwán ha priorizado el desarrollo de tecnologías alternativas de comunicación, incluyendo la implementación de satélites de órbita baja como el proyecto Kuiper de Amazon, así como el uso de globos de gran altitud diseñados para garantizar conectividad en situaciones de emergencia. No obstante, los cables submarinos siguen siendo la vía más eficiente para la transmisión global de datos, gestionando, como decíamos, más del 90% del tráfico de telecomunicaciones internacionales. Medidas inmediatas. Contaba Nikkei hace unas horas que la empresa estatal Chunghwa Telecom ha puesto en marcha un sistema de transmisión por microondas y comunicaciones satelitales para mitigar el impacto de la interrupción en las islas Matsu, donde residen aproximadamente 14.000 personas. Según las autoridades, la reparación de los cables dañados tomará hasta finales de febrero, evidenciando la necesidad de fortalecer la resiliencia de la infraestructura de telecomunicaciones. Paralelamente, el Ministerio de Defensa ha anunciado un incremento en la vigilancia de las zonas donde se ubican los cables submarinos. ¿Cómo? Con la implementación de sistemas de monitoreo para detectar embarcaciones con rutas sospechosas o comportamientos inusuales. En Xataka "Almas a bordo, 283": un avión de Iberia tuvo que declararse en emergencia para aterrizar tras la explosión de Starship Medida inédita: viene EEUU. Paralelamente a los casos de cortes de cables submarinos, se ha dado una noticia de gran calado en la isla. El Ministerio de Defensa de Taiwán ha anunciado un acuerdo de dos años con Estados Unidos para entrenar a la armada taiwanesa en un contexto donde el parlamento de la isla se prepara para votar posibles recortes en el presupuesto destinado a entrenamientos militares en el extranjero. El acuerdo, valorado en aproximadamente 50 millones de dólares taiwaneses (1.5 millones de dólares estadounidenses), estipula que personal de la Marina estadounidense será enviado a Taiwán para llevar a cabo un programa especializado de formación naval. Las sesiones de entrenamiento se realizarán en la sede de la armada y el cuerpo de marines de Taiwán, ubicada en el distrito de Zuoying, cerca de la ciudad de Kaohsiung, en el sur del país. Detalles del acuerdo e implicación. El acuerdo fue firmado entre la armada de Taiwán y el Instituto Americano en Taiwán (AIT), la representación diplomática de facto de Estados Unidos en la isla. Aunque el aviso publicado en la plataforma de adquisiciones gubernamentales no especifica el rango ni la cantidad de personal estadounidense involucrado, se ha establecido que el entrenamiento concluirá a finales de 2026. Se trata, por tanto, de la primera vez en la historia que el Ministerio de Defensa taiwanés reconoce públicamente la presencia de entrenadores militares estadounidenses, un cambio significativo en la política de co
La primera semana de 2025 comenzó con un nuevo cable submarino cortado. El problema era dónde y el sospechoso: en Taiwán y China. Ocurre que, desde hace unas horas, aquello ha pasado de anécdota a algo más gordo. La isla ha amanecido con un nuevo cable cortado en una zona cercana a los “vecinos”. Por lo que pueda pasar, Taiwán ha decidido tomar una decisión: llamar a Estados Unidos.
Los cables rotos. En realidad, Taiwán ha registrado en estos momentos su cuarta interrupción de cables submarinos en lo que va del año, superando los tres incidentes ocurridos en todo 2024. La reciente desconexión, ocurrida hace unas horas, afectó el único enlace restante con las islas Matsu, apenas una semana después de que el otro cable que conectaba la isla fuera dañado.
El Ministerio de Asuntos Digitales de Taiwán, por ahora, atribuye la mayoría de los fallos al deterioro natural, aunque ha identificado un aumento en los incidentes provocados por barcos pesqueros, lo que evidencia una creciente vulnerabilidad en las infraestructuras críticas de telecomunicaciones.
Cables críticos en una isla. Más del 99% de las comunicaciones externas de Taiwán dependen de estos cables submarinos, lo que subraya su papel fundamental en la estabilidad económica y la seguridad nacional. Qué duda cabe, la reciente serie de interrupciones ha generado preocupación en un contexto de tensiones con China, la misma nación que considera a Taiwán parte de su territorio y que ha intensificado su presencia marítima en la región.
De hecho y como hemos venido contando, en los últimos meses China ha llevado a cabo su mayor despliegue naval en décadas frente al vecino, una "exhibición" que ha incrementado las inquietudes sobre posibles bloqueos o ataques dirigidos a las comunicaciones de la isla.
Estrategias de respuestas. Para contrarrestar estos desafíos, el gobierno de Taiwán ha priorizado el desarrollo de tecnologías alternativas de comunicación, incluyendo la implementación de satélites de órbita baja como el proyecto Kuiper de Amazon, así como el uso de globos de gran altitud diseñados para garantizar conectividad en situaciones de emergencia.
No obstante, los cables submarinos siguen siendo la vía más eficiente para la transmisión global de datos, gestionando, como decíamos, más del 90% del tráfico de telecomunicaciones internacionales.
Medidas inmediatas. Contaba Nikkei hace unas horas que la empresa estatal Chunghwa Telecom ha puesto en marcha un sistema de transmisión por microondas y comunicaciones satelitales para mitigar el impacto de la interrupción en las islas Matsu, donde residen aproximadamente 14.000 personas.
Según las autoridades, la reparación de los cables dañados tomará hasta finales de febrero, evidenciando la necesidad de fortalecer la resiliencia de la infraestructura de telecomunicaciones. Paralelamente, el Ministerio de Defensa ha anunciado un incremento en la vigilancia de las zonas donde se ubican los cables submarinos. ¿Cómo? Con la implementación de sistemas de monitoreo para detectar embarcaciones con rutas sospechosas o comportamientos inusuales.
Medida inédita: viene EEUU. Paralelamente a los casos de cortes de cables submarinos, se ha dado una noticia de gran calado en la isla. El Ministerio de Defensa de Taiwán ha anunciado un acuerdo de dos años con Estados Unidos para entrenar a la armada taiwanesa en un contexto donde el parlamento de la isla se prepara para votar posibles recortes en el presupuesto destinado a entrenamientos militares en el extranjero.
El acuerdo, valorado en aproximadamente 50 millones de dólares taiwaneses (1.5 millones de dólares estadounidenses), estipula que personal de la Marina estadounidense será enviado a Taiwán para llevar a cabo un programa especializado de formación naval. Las sesiones de entrenamiento se realizarán en la sede de la armada y el cuerpo de marines de Taiwán, ubicada en el distrito de Zuoying, cerca de la ciudad de Kaohsiung, en el sur del país.
Detalles del acuerdo e implicación. El acuerdo fue firmado entre la armada de Taiwán y el Instituto Americano en Taiwán (AIT), la representación diplomática de facto de Estados Unidos en la isla. Aunque el aviso publicado en la plataforma de adquisiciones gubernamentales no especifica el rango ni la cantidad de personal estadounidense involucrado, se ha establecido que el entrenamiento concluirá a finales de 2026.
Se trata, por tanto, de la primera vez en la historia que el Ministerio de Defensa taiwanés reconoce públicamente la presencia de entrenadores militares estadounidenses, un cambio significativo en la política de confidencialidad mantenida hasta ahora para evitar posibles reacciones adversas de Pekín.
Una relación “a tres”. A pocos escapa que el anuncio del acuerdo se produce en un momento clave, justo en el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, lo que podría intensificar las tensiones entre Washington y Pekín. China considera a Taiwán parte de su territorio y ha expresado su oposición a cualquier cooperación militar entre la isla y terceros países, interpretándola como una amenaza a su soberanía.
De hecho, en el pasado las iniciativas de cooperación militar entre Taiwán y Estados Unidos se han mantenido de bajo perfil para minimizar ese riesgo de represalias chinas. Dicho de otra forma, el nuevo y público anuncio sugiere un cambio de enfoque más abierto por parte de Taipei y Washington.
De fondo: invasión. Es la última de las patas a tratar, por supuesto. El entrenamiento naval patrocinado por Estados Unidos se entiende como parte de los esfuerzos más amplios de Taiwán para fortalecer su capacidad de defensa marítima frente a una posible agresión china. La isla ha estado invirtiendo en la modernización de su flota naval, adquiriendo nuevas tecnologías y ampliando sus capacidades de guerra asimétrica para disuadir cualquier intento de invasión.
A este respecto, la cooperación con Estados Unidos se ve, a priori, como un pilar fundamental para mejorar las habilidades tácticas y operativas de las fuerzas taiwanesas, especialmente en el contexto de un posible bloqueo marítimo por parte de China.
Imagen | 中文（臺灣）：中華民國總統府
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Taiwán ha tomado una decisión crucial tras levantarse con otro cable submarino cortado: contratar al ejército de EEUU
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Miguel Jorge
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